
Uribia fue fundada el 1 de marzo de 1935, por el capitán Eduardo Londoño Villegas, es la esquina principal de la América del sur, es una población joven en cuanto a su ordenamiento territorial y fue erigida como Capital Indígena de Colombia. Desde esta población se estimula la diversidad única en cuanto a tradiciones, artesanías, sonoridad, fiestas, gastronomía y lengua como atractivos para el desarrollo turístico. Uribia es arte y su mayor exponte es la mujer, con una connotación mítica que se expresan en las figuras milenarias de: Walkerü, Akumaja y Wolunka, todas ellas identificadas en un realismo mágico, en donde la habilidad de sus manos logran tejer sueños y realidades, en sus trajes típicos, sus cotizas, sus sombreros, sus chinchorros dejan impreso un matiz de originalidad y majestuosidad.
Uribia es un paraíso para vivir, crecer y disfrutar, su estratégica posición marítima y fronteriza, hacen de estas tierras las más privilegiada del mundo, con una extraordinaria diversidad biológica; su variada vegetación, con plantas xerofíticas en un semi desierto tropical y en contraste con las riquezas del Parque Natural de la Makuira, posee bosques enanos nublados, manantiales naturales, cascadas, lugares sagrados que hacen parte del acervo cultural Wayuu, dando origen a una flora y fauna única que le imprimen un matiz de naturaleza viva y que a su vez sirven como atractivos turístico en la región. Viajar a través de sus senderos o caminos rodeados de dunas para un viaje de aventuras, llegan a recordarnos espacios universales del medio oriente y por supuesto que al internarse en la Makuira es como estar en el viejo caldas.
De tal manera que al estar rodeada por el mar caribe, la hacen vecina del universo y desde entonces nuestros abuelos lograron desarrollar una identidad propia expresada en sus canticos epopeyicos, en su flautas sonoras y en el repique de su kaasha como el simbolismo sagrado que hoy nos representa como la verdadera marca región que nos hace diferente en Colombia y mundo.
Uribia es un paraíso para vivir, crecer y disfrutar, su estratégica posición marítima y fronteriza, hacen de estas tierras las más privilegiada del mundo, con una extraordinaria diversidad biológica; su variada vegetación, con plantas xerofíticas en un semi desierto tropical y en contraste con las riquezas del Parque Natural de la Makuira, posee bosques enanos nublados, manantiales naturales, cascadas, lugares sagrados que hacen parte del acervo cultural Wayuu, dando origen a una flora y fauna única que le imprimen un matiz de naturaleza viva y que a su vez sirven como atractivos turístico en la región. Viajar a través de sus senderos o caminos rodeados de dunas para un viaje de aventuras, llegan a recordarnos espacios universales del medio oriente y por supuesto que al internarse en la Makuira es como estar en el viejo caldas.
De tal manera que al estar rodeada por el mar caribe, la hacen vecina del universo y desde entonces nuestros abuelos lograron desarrollar una identidad propia expresada en sus canticos epopeyicos, en su flautas sonoras y en el repique de su kaasha como el simbolismo sagrado que hoy nos representa como la verdadera marca región que nos hace diferente en Colombia y mundo.